«Volver a los orígenes de la filosofía -repensar la casa, volver a su sentido existencial- es pues, un único trabajo, una misma tarea que se enfrenta necesariamente a la moderna alienación tecnológica. La casa existencial estará hecha siempre de materiales naturales, probablemente de piedras, ladrillos o cerámica; la misma madera y las mismas piedras resultantes de la acción inicial de clarear el bosque para instalarse (….) la casa existencial será un refugio». I.Ábalos.
Un proyecto que surge bajo la idea de respetar la memoria de la construcción preexistente. Una edificación familiar, arraigada al terreno. Bajo esa figura del cuadrado inicial existente, se proyecta una nueva construcción destinada a acoger las vidas de una misma familia que, por razones de edad y el tiempo, se ha ramificado en tres. Un lugar capaz de recoger a padres, hijos y nietos en un mismo espacio para permitirles, al mismo tiempo, tener su propio apartado personal de intimidad.
Así, el programa se estratifica en la pronunciada pendiente del terreno para separar la zona de noche a distinta cota para cada parte de la familia. La forma pura evoca a la casa tradicional tal y como los lugareños la recuerdan. Una construcción vernácula apoyada en la utilización de materiales naturales como son la cerámica, la madera o la cal. En el interior, la doble altura marcará la zona de encuentro donde, sin duda, las anécdotas vividas darán paso a las venideras.